Las leyes del Cosplay
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Las leyes del Cosplay
Cosplay: costume (disfraz) y play (jugar). El término define una práctica común entre lectores de manga (cómics japoneses), quienes confeccionan trajes que emulan personajes, anime (animaciones japonesas), videojuegos y películas.
2009-07-05•El Ángel Exterminador
Inglaterra (de pelo blanco) con algunas de sus sexyamigas. Inglaterra (de pelo blanco) con algunas de sus sexyamigas. Foto: Juan Alberto Vázquez
Inglaterra Martínez nos dice: “Los practicantes llegan a él de diversas maneras: leyendo mangas, viendo anime, acompañando a amigos o familiares a un evento de cómics o por invitación de los miembros de clubes cuando se reúnen en parques u otros lugares públicos. El común denominador es desear ser el personaje favorito por un momento para divertirse.
Lic Inglaterra
Inglaterra es muy conocida en el medio. Ha ganado premios por sus atuendos y combina su afición con el dibujo de dôjinshi (manga amateur) y las labores de una graduada en derecho. Por ello me decidí a buscarla: su tesis trata sobre el cosplay. Me intrigaba de qué podría tratar una tesis con esa temática.
“Mi tesis [“El cosplay ante el derecho intelectual”] fue la primera en abordar el tema del cosplay no sólo en México, probablemente en muchos países. En ella trato los conceptos básicos de los derechos de autor aplicables a esta actividad, doy al lector varias directrices para entender el cosplay y analizo su problemática actual; parto de su origen como juego hasta llegar a profesión y las diferencias que existen en el ámbito nacional e internacional. Menciono los medios existentes para proteger los derechos de los artistas dedicados al cosplay”.
Su padre, también abogado, tachó su proyecto de poco serio y pronosticó un fracaso a pesar de que el caso de un colega suyo que era luchador y quien abrió campo en el ámbito legal de la lucha libre la impulsó para internarse en un tema inédito. Su predicción falló pues el doctor Rafael Medina, cansado de los clichés que los estudiantes suelen presentar en materia de derecho intelectual, avizoró un tema novedoso y le autorizó el proyecto. Luego, su asesor de tesis falleció y tuvo que comenzar de nuevo.
—¿Cuánto tiempo te llevó elaborarla?
—Alrededor de dos años; avanzaba lentamente debido a que antes no había casi nada sobre el tema y la mayoría de las fuentes eran muy difíciles de obtener, además del esfuerzo para traducirlas del inglés o el japonés.
—¿Qué piensa tu padre ahora?
—Mi padre es un hombre de una sola opinión, en este caso sigue evitando cualquier comunicación conmigo y lo respeto, aunque me gustaría que reflexionara y tratara de entender mi postura.
Pero sus demás familiares no reaccionan igual. Cuando aparece en tv recibe llamadas de felicitación. Y se mantiene vigente en los medios. En YouTube existen videos de ella mandando saludos y besos, y también posando en la pasarela de alguna convención frente a los exigentes jueces. El cosplay tiene mucho de fetish, la imaginería del manga está llena de atisbos sexuales: faldas tableadas, poses seductoras. Sus galerías son una muestra de su habilidad para elaborar sus atuendos, pero también de su belleza: vestida de colegiala, en el traje de baño a rayas de Asuka Langley Sôryű (Neon Genesis Evangelion), en el traje de marinerita sexy de Rei Hino (Sailor Moon Mars) o como la sensual Vampirella. Su declaración de principios: “Mi finalidad es divertirme y cumplir los sueños de aquellos que admiran al personaje al que temporalmente le doy vida”, como el misterioso “L”, del popular manga de culto Death Note, para el cual tuvo que ocultar sus rasgos femeninos con vendas, con tal de acercarse a la androginia del personaje, en un crossplay —el salto de género dentro del cosplay.
“Es una actividad que disfruto mucho y, dicho sea de paso, contribuí a sus cimientos para el fenómeno que es ahora en nuestro país. Antes era muy mal visto; hoy es considerado un pasatiempo muy válido y hasta una moda, por ello tantos chicos y chicas desde los 13 o 14 años están asistiendo disfrazados a los eventos para ser cool.
Al principio (1994-1995) éramos tres niños y una niña jugando a ser nuestros personajes favoritos; invitamos a algunos amigos a unírsenos y formamos un grupo llamado Éxodo que a su vez derivó en dos grupos y éstos en otros tantos hasta que empezó a escucharse el término cosplay, y de simples disfrazados pasamos a ser cosplayers. Con la llegada del internet esta actividad creció hasta convertirse en el fenómeno que es ahora”.
Hobby muy elaborado
El proceso es complejo y puede llegar a ser muy caro, dependiendo del objetivo del cosplayer. La cantidad más alta que ha tenido que desembolsar son 300 dólares para elaborar el traje de Zelda, del videojuego Ocarina of Time, aunque el que más satisfacciones le ha dado es el de Chun-Li, de Street Fighter. “Con éste, en sus distintas versiones, conocí a muchas personas importantes para mí, he ganado múltiples concursos y me ha llevado a trabajar con Nintendo Y Capcom.
—¿Qué es más apreciado, que se note la mano del cosplayer o la perfección del atuendo?
—La perfección, especialmente si hablamos de un concurso. En ocasiones dos o más persona portan un vestuario similar, pero el que destaca es el que tiene la mayor cantidad de detalles y parecido con el original.
”Se buscan imágenes de distintos ángulos y de los detalles del traje para hacerlo lo más fiel posible. Se buscan los materiales para el vestuario y sus accesorios (lo cual puede llevar mucho tiempo y dinero) y finalmente se pasa a la confección del traje y manufactura de los complementos. Suelo elaborar todo lo posible por mí misma, pero muchos acuden a sastres, modistas y carpinteros para complementos como báculos o espadas. Hay cosplayers que al estar tan orgullosos de un traje en particular, lo portan durante varios eventos ininterrumpidamente, aunque esto no es tan aceptado y peyorativamente se les apoda “eternal” (aquí el nombre del personaje), remarcando que se han estancado. Ahora que es relativamente fácil caracterizar varios personajes al año, es una regla no escrita”.
Jorge Flores-Oliver